MARCA REGISTRADA
PRINCIPIO ACTIVO
FORMA FARMACÉUTICA Y PRESENTACIÓN
Cajas de 30 tabletas
ACCIÓN TERAPÉUTICA
FÓRMULA
Irbesartán ………………….150 mg
Hidroclorotiazida ……….12.5mg
INDICACIÓN TERAPÉUTICA
También puede ser utilizado en pacientes en los que las cifras tensionales no se hayan normalizado con monoterapia.
Co-Etilan también está indicado solo o en combinación con otros agentes antihipertensivos (por ejemplo, agentes betabloqueadores, agentes bloqueadores de los canales del calcio de larga acción).
MECANISMO DE ACCIÓN
La administración crónica de irbesartán no tiene efecto en la tasa de filtración glomerular o el flujo de plasma renal. Al igual que el losartán, irbesartán tiene efectos antiproteinúricos. En contraste con el losartan, el irbesartán no tiene efectos sobre el ácido úrico en suero. Debido a que irbesartán no inhibe la ECA, no inhiben la degradación de la bradiquinina. Además, el irbesartán no afecta significativamente los triglicéridos en ayunas, el colesterol total, el colesterol HDL, o las concentraciones de glucosa en ayunas.
HIDROCLOROTIAZIDA: los diuréticos tiazídicos aumentan la excreción de sodio, cloruros y agua, inhibiendo el transporte iónico del sodio a través del epitelio tubular renal. El mecanismo principal responsable de la diuresis es la inhibición de la reabsorción del cloro en la porción distal del túbulo. No se sabe con exactitud como el transporte del cloro es inhibido. Las tiazidas aumentan igualmente la excreción de potasio y de bicarbonato y reducen la eliminación de calcio y de ácido úrico. La hipopotasemia e hipocloremia inducidas por las tiazidas pueden ocasionar una ligera alcalosis metabólica, aunque la eficacia diurética no es afectada por el equilibrio ácido-base del paciente. La hidroclorotiazida no es un antagonista de la aldosterona y sus efectos son independientes de una inhibición de la anhidrasa carbónica. Usualmente, este fármaco no afecta la presión arterial cuando ésta es normal. La presión sanguínea podría ser, en principio, reducida debido a una reducción del volumen plasmático y de los fluidos extracelulares, lo que a su vez, ocasionaría una reducción del gasto cardíaco. Cuando el gasto cardíaco retorna a la normalidad, y los volúmenes de plasma y fluidos extracelulares son ligeramente menores, las resistencias periféricas se encuentran reducidas y en consecuencia, la presión arterial también. Los diuréticos tiazídicos también disminuyen la filtración glomerular, perdiendo parte de su eficacia en los enfermos con disfunción renal.
Los cambios en el volumen plasmático inducen una elevación de la actividad de la renina en el plasma, aumentando la secreción de aldosterona, lo que contribuye a la pérdida de potasio que produce el tratamiento diurético con tiazidas. En general, los diuréticos empeoran la tolerancia a la glucosa y ejercen efectos negativos sobre el perfil lipídico.
FARMACOCINÉTICA
Los estudios en animales indican que irbesartán cruza débilmente la barrera hematoencefálica y la placenta. El fármaco nativo se metaboliza por conjugación glucurónida y oxidación. Los estudios «in vitro» indican que irbesartán se oxida principalmente tras la administración oral o IV de irbesartán marcado radioactivamente, más del 80% de la radioactividad plasmática circulante se debe a irbesartán inalterado. El principal metabolito circulante es el irbesartán glucurónido inactivo conjugado (aproximadamente 6%). El Irbesartán y sus metabolitos se excretan por vía biliar y renal. Aproximadamente el 20% de una dosis marcada se recupera en la orina y aproximadamente 80% en las heces, como irbesartán o irbesartán glucurónido. La semi-vida media de eliminación del irbesartán es de aproximadamente 11-15 horas.
La farmacocinética de irbesartán no se modifica por el género, edad, hemodiálisis, insuficiencia renal, o en pacientes con insuficiencia renal leve a moderada cirrosis hepática. El Irbesartán no se ha estudiado en pacientes con enfermedad hepática grave.
HIDROCLOROTIAZIDA: El comienzo de la acción diurética se observa a las dos horas, siendo los efectos máximos a las 4 horas, manteniéndose después 6-8 horas más. La absorción intestinal de la hidroclorotiazida depende de la formulación y de la dosis, pero por regla general suele ser del 50-60%. El fármaco cruza la barrera placentaria pero no la barrera hematoencefálica. La hidroclorotiazida no se metaboliza siendo eliminada como tal en la orina. La semi-vida de eliminación es de 2.5 horas en los pacientes con la función renal normal, pero puede aumentar hasta 12-20 horas en pacientes con insuficiencia renal grave (Aclaramiento de creatinina menor a 10 mol/min).
VÍA DE ADMINISTRACIÓN Y DOSIS SUGERIDA
La dosis usual inicial es una tableta de 150/12,5 mg, una vez al día. La dosis puede ser incrementada después de 1 a 2 semanas de terapia a una dosis de 300/25 mg una vez al día, según se requiera para el control de la presión arterial.
Pacientes con depleción del volumen intravascular: A los pacientes con depleción grave del volumen y/o con depleción de sodio, como aquellos tratados con diuréticos o con hemodiálisis, se les debe corregir este trastorno antes de la administración del medicamento o considerar la administración de una dosis inicial menor. Cuando la presión arterial no se controla adecuadamente, se puede incrementar la dosis.
En pacientes mayores o con deterioro renal o hepático por lo general no se requiere reducir las dosis, sin embargo, debido al contenido de Hidroclorotiazida, no está recomendado en pacientes con deterioro renal severo (depuración de creatinina menor a 30 ml/min).Por lo general no es necesario reducir la dosis en los pacientes con deterioro de la función hepática de grado leve a moderado. Debido al contenido de Hidroclorotiazida, Irbesartan/Hidroclorotiazida deberá ser administrado con precaución en pacientes con disfunción hepática severa.
CONTRAINDICACIONES
ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES
No se puede excluir la posibilidad de que ocurra un efecto similar con el uso de un Antagonista de los Receptores de Angiotensina II. Los efectos antihipertensivos de los diuréticos tiazídicos pueden ser incrementados en pacientes postsimpatectomizados.
Las tiazidas pueden disminuir la excreción urinaria de calcio y causar aumento intermitente leve del calcio sérico. La hipercalcemia intensa puede ser indicio de un hiperparatiroidismo oculto. Se debe suspender la administración de tiazidas antes de realizar pruebas de la función paratiroidea. El tratamiento con tiazidas se puede asociar con aumentos de las concentraciones del colesterol y de los triglicéridos, y en ciertos pacientes puede precipitar hiperuricemia y/o gota. En pacientes que están recibiendo tiazidas pueden ocurrir reacciones de hipersensibilidad, con o sin antecedentes de alergia o de asma bronquial. Se ha reportado exacerbación o activación del lupus eritematoso sistémico durante el uso de tiazidas.
Existe evidencia de riesgo fetal humano, basados en información de reacciones adversas de estudios o experiencias de investigación clínica o de postcomercialización en humanos, pero beneficios potenciales de su uso en mujeres embarazadas pueden ser aceptables a pesar de los riesgos potenciales.
Como todos los medicamentos que actúan sobre el Sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona, los antagonistas de los receptores de la angiotensina II, están contraindicados en el segundo y tercer trimestre; induce fetotoxicidad: disminución en la función renal, oligohidramnios, retraso y deformación craneofacial, hipoplasia en el desarrollo pulmonar y toxicidad neonatal (insuficiencia renal, anuria, hipotensión, hiperkalemia y muerte). Las tiazidas cruzan la barrera placentaria y pueden producir ictericia y pancreatitis en los fetos o neonatos.
No se recomienda durante la lactancia ya que la Hidroclorotiazida es excretada en la leche materna; por lo que se debe tomar la decisión de interrumpir la lactancia o suspender la administración del fármaco durante este estado.
Contiene lactosa.
REACCIONES ADVERSAS
La interrupción del tratamiento debido a un evento adverso se informó en el 3,3% de los pacientes tratados con irbesartán y el 4,5% de los pacientes que recibieron placebo. Los eventos adversos que ocurrieron en al menos el 1% de los pacientes tratados con irbesartán y con una incidencia mayor en comparación con placebo incluyeron la diarrea (3% vs 2%), dispepsia (2% vs 1%), dolor musculoesquelético (2% vs 1%), fatiga (4% vs 3%), y la infección respiratoria superior (9% vs 6%). Ninguna de estas diferencias fue estadísticamente significativa.
La impotencia (disfunción sexual) se produce menor a 1% en el grupo tratado con irbesartán, sin tener en cuenta la causalidad. La incidencia de la tos es menor con irbesartán que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA). En estudios controlados con placebo, la incidencia de tos seca fue del 2,8% en el grupo tratado con irbesartán y el 2,7% en pacientes tratados con placebo
Teóricamente, los antagonistas de los receptores la angiotensina II (AG II) deberían ser menos propensos que los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) para precipitar angioedema porque el bloqueo de la angiotensina II no da lugar a la acumulación de cinina. Sin embargo, han sido reportados algunos casos raros de angioedema (hinchazón de la cara, labios, faringe y / o lengua) y urticaria, en pacientes tratados con irbesartán (después de la comercialización).
El irbesartán se asocia con una baja incidencia de hipotensión o hipotensión ortostática (0,4%). Durante los ensayos clínicos iniciales, la hipotensión no fue relacionada con la dosis y fue similar en su incidencia entre los pacientes tratados con placebo (0,2%). Los mareos, síncope, vértigo aparecen con una frecuencia igual o menor en los pacientes tratados con irbesartán en comparación con placebo.
La monoterapia con irbesartán está asociado con una escasa incidencia de hipotensión excesiva en pacientes hipertensos sin complicaciones (menor a 0,1%), pero puede ocurrir en pacientes con depleción de volumen (por ejemplo, los que reciben dosis elevadas de diuréticos o diálisis).
Raras veces se detectan alteraciones de laboratorio clínicamente significativas con irbesartán. Incrementos menores en el BUN o creatinina sérica (es decir, azoemia) se observaron en menor a 0,7% de los pacientes con hipertensión esencial tratados con irbesartán en monoterapia frente a 0,9% con placebo. Neutropenia (ANC menor a 1000 células/mm3) en frecuencias similares entre los pacientes que recibieron irbesartán (0,3%) y los pacientes que recibieron placebo (0,5%). Las concentraciones plasmáticas de aldosterona en general disminuyen, pero la concentración sérica de potasio por lo general no aumentó significativamente a las dosis recomendadas. Sin embargo, la hiperpotasemia se ha comunicado raramente en la experiencia post-comercialización.
Los fármacos que afectan el sistema renina-angiotensina se han asociado con anormalidades fetales y neonatales cuando se administran a mujeres durante los trimestres segundo y tercero del embarazo. Los efectos adversos fetales y neonatales han incluido hipotensión, hipoplasia del cráneo neonatal, anuria, insuficiencia renal reversible o irreversible, oligohidramnios y la muerte. El oligohidramnios se ha asociado con contracturas de las extremidades fetales, deformación craneofacial y desarrollo pulmonar hipoplásico. Debido a la posibilidad de teratogénesis, irbesartán no se debe utilizar durante el segundo o tercer trimestre del embarazo.
De vez en cuando, elevación de enzimas hepáticas, ictericia o hiperbilirrubinemia se han producido durante el tratamiento con irbesartán.
Debe vigilarse el balance electrolítico en los pacientes tratados con hidroclorotioazida y los pacientes deberán contactar inmediatamente con el médico si experimentan algún síntoma de desequilibrio del mismo (fatiga, lasitud, confusión mental, mareos, calambres musculares, taquicardia, parestesia, sed, anorexia, náuseas o vómitos) debido a que este fármaco puede producir serias hipotensiones y arritmias. La hipokaliemia es uno de los efectos adversos más comunes de las tiazidas. Este efecto debe ser tenido en cuenta, sobre todo en pacientes bajo tratamiento con glucósidos cardíacos, dado que la hipokaliemia aumenta el riesgo de una toxicidad cardíaca. El hiperaldosteronismo secundario a una cirrosis o nefrosis puede predisponer a una hipokaliemia, igual que una baja ingesta de potasio o la administración de fármacos que deplecionan el potasio (p.ej. la amfotericina B). Los pacientes tratados con hidroclorotiazida pueden necesitar un suplemento de potasio para prevenir una hipokaliemia o acidosis metabólica.
Los afectos adversos gastointestinales de la hidroclorotiazida incluyen anorexia, irritación gástrica, náuseas y vómitos, calambres abdominales, diarrea, constipación, sialoadenitis y pancreatitis. Durante un tratamiento con hidroclorotiazida puede producirse una alcalosis hipoclorémica siendo ésta más probable en pacientes con vómitos, diarrea o sudoración excesiva u otras condiciones en las que se pierde excesivo potasio. También puede producirse hiponatremia, pero esta suele ser por regla general poco importante y asintomática.
La discontinuación del tratamiento, la restricción de fluidos o la administración de suplementos de potasio o magnesio, rápidamente normalizan los niveles séricos de sodio. Los ancianos son más propensos a desarrollar hiponatremia, por lo que se deben tomar precauciones.
Se han comunicado casos de azoemia y de nefritis intersticial en pacientes tratados con hidroclorotiazida, en particular en pacientes con una enfermedad renal pre-existente.
La hidroclorotiazida puede producir glucosuria e hiperglucemia en los diabéticos, posiblemente debido a una depleción de potasio. Se recomienda monitorizar los niveles de glucosa en sangre o en orina en estos pacientes.
La hidroclorotiazida interfiere en la secreción tubular proximal de ácido úrico reduciendo su eliminación y agravando la hiperuricemia en los enfermos con gota. Aunque sólo se producen ataques de gota en el 20% de los pacientes con hiperuricemia, la administración de hidroclorotiazida puede desencadenar ataques de gota en estos pacientes.
Se pueden producir hipotensión e hipotensión ortostática durante un tratamiento con hidroclorotiazida, hipotensiòn que es exacerbada por el consumo de alcohol o por la administración concomitante de antihipertensivos o narcóticos.
Se ha asociado el uso de la hidroclorotiazida a la ictericia colestásica, debiéndose tomar precauciones si se administra este fármaco a niños con ictericia, debido a que aumenta el riesgo de una hiperbilirrubidemia.
Se han comunicado algunos efectos adversos sobre el sistema nervioso central, incluyendo cefaleas, parestesias, mareos, vértigo y xantopsía. Las reacciones adversas hematológicas son muy raras, aunque se han descrito agranulocitosis, anemia aplásica, pancitopenia, leucopenia y trombocitopenia. Tampoco son frecuentes las reacciones adversas dermatológicas, aunque se han descrito casos de púrpura, fotosensibilidad, alopecia, rash, urticaria, eritema multiforme (incluyendo el síndrome de Stevens-Johnson), dermatitis exfoliativa y poliarteritis nudosa.
INTERACCIONES
Es metabolizado principalmente por CYP2C9; sin embargo, durante los estudios clínicos con esta sustancia, no se observaron interacciones farmacológicas significativas cuando se administró Irbesartan en forma concomitante con warfarina (un fármaco metabolizado por CYP2C9). El Irbesartan no afecta la farmacocinética de la digoxina o simvastatina.
La farmacocinética del Irbesartan no se afecta por la administración concomitante de nifedipino o de Hidroclorotiazida. Con base en la experiencia con el uso de otros fármacos que afectan el Sistema Renina Angiotensina Aldosterona, la administración de diuréticos ahorradores de potasio, suplementos de potasio o sustitutos de sal que contienen potasio, puede causar incremento de potasio sérico.
Cuando se administran los siguientes fármacos simultáneamente con la Hidroclorotiazida pueden ocurrir:
Alcohol, Barbitúricos, o Narcóticos: potencialización de la hipotensión ortostática.
Medicamentos antidiabéticos (medicamentos orales e insulina): puede ser requerido un ajuste a la dosis de los medicamentos antidiabéticos.
Otros medicamentos antihipertensivos (bloqueadores adrenérgicos ganglionares o periféricos): efecto aditivo o potencialización.
Colestiramina: la absorción de la Hidroclorotiazida es incompleta en la presencia de resinas de intercambio aniónico.
Corticosteroides, ACTH: depleción electrolítica, particularmente hipokalemia.
Aminas presoras (por ejemplo Norepinefrina): posible respuesta disminuida a las aminas presoras.
Relajantes musculoesqueléticos: posible aumento de la respuesta a los relajantes musculares.
Litio: no debe administrarse con diuréticos. Los medicamentos diuréticos disminuyen la depuración renal del litio y producen un aumento en el riesgo de toxicidad por litio.
AINES: en algunos pacientes, la administración de AINES puede reducir el efecto diurético, natriurético e hipertensivo, de los diuréticos tiazídicos.
HIDROCLOROTIAZIDA
Puede interactuar con diazóxido y debe ser monitoreada la glucosa sanguínea, los niveles séricos de ácido úrico y la presión sanguínea.
Los fármacos empleados durante una cirugía que causen efectos relajantes musculares no despolarizantes, los preanestésicos y los anestésicos (por ejemplo, tubocurarina) pueden ser potenciados por la Hidroclorotiazida. Un ajuste de la dosis puede ser necesario. Estos deben ser administrados en dosis reducidas y si es posible retirar la Hidroclorotiazida una semana antes de la cirugía.
Alteraciones en pruebas de Laboratorio: En estudios clínicos controlados con Irbesartan/Hidroclorotiazida, clínicamente no ocurrieron cambios significativos en los parámetros de las pruebas de laboratorio.
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